Enrique Hernández-D’Jesús: la creación metafórica como una religión de lo impalpable

Una vez que estamos conscientes de nuestra temporalidad, de que el cambio es la única constante, de que cada día no somos los mismos, ya sea porque nuestra propia naturaleza está en permamente movimiento o, simplemente, porque el espejo nos lo dice, nos confrontamos bajo las naturales interrogantes.

¿Qué hago aquí?
¿De dónde vengo?
¿Hacia donde voy?

Aunque tengamos un sistema de creencias, basado en tradiciones religiosas o porque nos hemos formado un criterio de librepensador, las preguntas pueden tener respuestas; puede que logremos la satisfacción de poseer una verdad o, simplemente, mantenemos la duda existencial.

También podemos optar por dejarnos llevar, sin ahondar en esos misterios metafísicos. Pero el mundo material primario siempre nos da sus designios:

EL CUERPO

El cuerpo forma
parte de este
universo
El cuerpo
es vulnerable
El cuerpo de
este cuerpo
tiene el ojo puesto
donde fluye
el agua
y sabe que vivir
con fantasmas
exige
soledad

Por eso, hay poetas que se entregan a la realidad del verso. La creación metafórica se conjuga como una religión de lo implapable, una fe que no se conecta con el afuera:

CUÁNTAS VECES
EN LA VIDA
HEMOS JURADO
AMOR ETERNO

La memoria
mueve el espacio
danza en las puntas
de las manos
combina
los movimientos
los impulsos
la trama
Se conmueve
Sabe ser
y duele
Andar
es un enigma
comprensible

El “Catire” Enrique Hernández-D’Jesús, encontró una doctrina sobre la cual resuelve los dilemas y enigmas de lo vivencial en Aquí termina y aquí empieza una historia de amor, un compendio poético-filosófico publicado por Monte Ávila Editores Latinoamericana.

Para el “Catire”, poema y amor son lo mismo, una manera de andar por los caminos, un espacio donde el pensamiento y el sentimiento son una sola cosa:

DESNUDARSE
CON UN POCO
DE TERNURA

Cuerpo en el lugar
cuerpo de la tierra
El cuerpo
con el cuerpo
lo acaricio
lo beso
lo beso
nos besamos
lo suspiro con fuerza
Venteo sin parar
sus lechos
Se perfuma
la mirada
convierte el sueño
en música
en historias
contrariadas
El silencio
en desvelos
Cuerpo salvaje
fascinante bosque

Hay un objetivo para Hernández-D’Jesús, además de dejar una impronta en las letras, es plasmar su marca en los flujos cósmicos, que en los polvos llevados por los vientos su palabra viaje en cada partícula, como una cabalgata sensorial que trascienda espacio, materia y tiempo:

A mí me gusta la risa de los ojos
Y esa muerte que nunca dijo nada
en la orilla del río
Desde esa luz
la roca revela la estrella
la eternidad
La cueva insólita
el bosque el grito
su flor de ningún modo se ve
Se olvidan
dejan de existir
la sonrisa se va
Se mueve la tierra

Enrique Hernández-D’Jesús  (Mérida, Venezuela, 1947)

Poeta, fotógrafo, cheff, editor y activista cultural. Fundó Tierra de Gracia Editores, y con Carlos Contramaestre, La Draga y el Dragón. Ha publicado más de treinta libros de literatura y fotografía, y su obra artística ha sido expuesta en museos y galerías de arte tanto en Venezuela como en el exterior.
Entre sus obras publicadas están: Muerto de risa (1968), Mi abuelo primaveral y sudoroso (1974), Los poemas de Venus García (1988), Recurso del huésped (1988), Bolívar, fábula de los fabuladores (2004) y Sardinas para comerte mejor (2018), entre otros. Ha sido merecdor de varios reconocimientos, entre ellos el Premio Armando Reverón del Salón Michelena, la Orden Andrés Bello en su Primera Clase por el presidente Hugo Rafael Chávez (2001),y la Orden World Association of Writers Palestine Center (2009).

Hernández-D’Jesús, E. (2017). Aquí termina y aquí empieza una historia de amor, Colección Altazor. Monte Ávila Editores Latinoamericana.

Descárgalo gratis: https://monteavilaeditores.com/libros/aqui-termina-y-aqui-empieza-una-historia-de-amor/

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