El Valle vibró con ocho agrupaciones culturales en la agenda del festival

La jornada comenzó en El Valle con la orquesta “Sanvisalsa” de Barlovento, específicamente de Mamporal, estado Miranda con sus nueve integrantes, en plena agenda correspondiente al Festival Mundial Viva Venezuela.

Al ritmo caribeño las personas comenzaron a acercarse a la plaza Cecilia Pimentel en el sector San Antonio, de la popular parroquia caraqueña El Valle. Mientras que los músicos mirandinos tocaban canciones propias como otras conocidas como Tomasa, Trucutrú, Llegamos Tu loco, loco, que han sonado con otros cantantes o grupos, pusieron a bailar a varios de los asistentes a la plaza.

Luego se subieron a la tarima, los baruteños Fundación Preventiva Cultural Mano e’ Tambor, compuesto por jóvenes mirandinos con su cuerpo de baile incluido.

Llevando en la entrada del espectáculo a San Juan Bautista haciendo un ritual, 17 bailarinas y bailarines, junto a tres vocalistas y 10 tamboristas pusieron a vibrar a los asistentes a la plaza con este ritmo africano que ya forma parte de las tradiciones venezolanas desde hace siglos.

Dirigida por su coreógrafa, María Gabriela Sosa, quien agradeció a las autoridades estadales por la invitación a este Festival donde pudieron conocer otras expresiones nacionales como internacionales, además de mostrar el talento que lleva en sus dirigidos en esta escuela artística.

Seguidamente llegó a la plaza el Conjunto Folklórico Nacional De Cuba, bailando una muestra de chachachá, mambo, son, rumba, danzón, guaracha. Algunas de esas coreografías fueron solo de hombres, debido a que en la tradición cubana ellos expresan sus destrezas con un baile solitario.

También las mujeres demostraron su talento en la pista con las demás expresiones rítmicas que han dado a conocer a la isla caribeña como una de las pioneras de la música latina con sus raíces africanas. La siguiente demostración fue un mambo, al estilo de los que Pérez Prado hizo inmortal en su Cuba de los 30 y 40, haciendo recordar a muchos la variedades musicales existentes en la isla antillana en esos bailes efectuado en esta plaza caraqueña.

Los cubanos siguieron deleitando con sus bailes caribeños y sus coreografías rítmicas, trasladando sus experiencias musicales al público venezolano conocedor de la salsa, aunque pocas veces visto este estilo matancero. Siguieron con los tambores cubanos al estilo de las fiestas afrocubanas y su guaguancó. Un tema relacionado a la Revolución Cubana y de Fidel Castro.

Continuó la jornada en la plaza cuando se montó Leo Vargas y su orquesta a la tarima, tocando Hechicera, siguió con Baila el tambor de mi corazón, un ritmo de tambor pero acompañado con varios instrumentos. Más adelante cantó una letra haciendo relación a la Batalla de la Independencia Venezolana, y de San Juan que es el mismo día, curiosamente, de ambas celebraciones, hecha letra en esta canción.

Posteriormente interpretó letra relacionada a San Antonio de Pádua, después Cada vez más consciente, la verdad, Ahí va Venezuela, y cerraron con una fusión denominada Jaszminjam. Finalizó presentando a cada compañero de su banda, en la percusión (batería) Juan Carlos Segovia, trompeta Rodolfo Rada, saxo alto John Delta, saxo tenor César Monge Jr, piano Diego Soto, guitarra Douglas Peña, bajo Carlos Rodríguez, coros Xeneida Rodríguez, César Gómez y Ronald Chacón, percusión, Juan Carlos Segovia (timbales y tambores).

Luego se montó el grupo senegalés Babacar Dieng y los Diengoz, que contó también con parte de la fusión del Grupo Madera. En ese momento, el público vallense se acercó a la tarima para ver más de cerca este espectáculo africano, con la colaboración de algunos músicos del conocido grupo caraqueño.

Comenzaron cantando a ritmo suave su género, usando instrumentos conocidos como tambores, batería, bongó. Además de otros tambores africanos y la Kora. Cerraron la presentación con una canción interpretada por los venezolanos del Grupo Madera Venezuela Canta acompañado por una coreografía que tenía banderas y un San Juan parrandero.

Posteriormente subió la orquesta EPA, integrada por 13 músicos a deleitar con la salsa al público tocando Ya no te quiero, Óscar D’ Leon Sábanas blancas de Costa Cañaveral, Siento Mimí Ibarra, De mi enámorame de Daniela Romo versionada por Tito Nieves”.

Continuó la velada musical del Festival Mundial Viva Venezuela Sandino Primera con El Colibrí Chiquero, interpretando canciones venezolanas, cada uno de sus integrantes usando máscaras y trajes de mecánicos con diferentes colores. Representando a un chivo, oso frontino, bachaco y cardenalito. Cada uno con instrumentos diferentes.

Cerró la jornada Caribbean Fusion de Barbados con la compañía de bailarines venezolanos, en medio de los tambores caribeños y suramericanos.

El Festival culminó su larga jornada en El Valle, donde los presentes en la plaza Cecilia Pimentel se fueron felices a sus hogares, tras intercambiar experiencia, bailar, cantar, tomarse fotos y hasta saludar a varios de los artistas que amenizaron desde las cuatro de la tarde hasta pasada la media noche unas tandas de música como salsa, tambores, tradiciones venezolanas, cubanas, senegaleses, barbardeñas dejando claro que los ritmos son universales.

Prensa MPPC