En el marco de la 15ª Feria del Libro de Caracas, Monte Ávila Editores presentó «Pueblo», del escritor y filósofo, Miguel Ángel Pérez Pirela. La actividad estuvo a cargo del destacado intelectual, Luis Britto García.
«El límite del poder es el amor», esa frase condensa la intervención del admirado Luis Britto. En esta oportunidad, el también novelista definió «Pueblo», como una novela política y filosófica, cuyo drama fundamental se sostiene en un gobernador que trata de conseguir el amor de una mujer a toda costa, lo cual evidencia para Britto que se puede tener el poder sobre el pueblo, los animales y las cosas, pero ese poder no es suficiente para que una mujer ame a quién no ama, o deje de amar a quién ama, mostrando una disyuntiva universal y personal como es el amor no correspondido.
Asimismo, Britto destacó los tres principales sentimientos, que a su juicio, mueven las expresiones humanas de los latinoamericanos. La sensualidad representada en el bolero, la rabia en la ranchera y la resignación que puede ser el tango. El autor de «Abrapalabra», explicó que ese triángulo de tesis, antítesis y síntesis, únicamente puede ser revertido por un cuarto elemento que es el desorden, la salsa, la comparsa. «Es la redención a través del azar, del asombro y lo dionisiaco», sostuvo Britto que además agregó que son precisamente estos últimos elementos los que caracterizan a las novelas de Pérez Pirela.
En este sentido, Pérez Pirela destacó que ‘Pueblo», es una novela de jazz porque posee en el texto esa rítmica. «Es un gran experimento de llevar el jazz al caribe, centrarse en el caribe, las novelas que trato de plantear y escribir son sobre el caribe», enfatizó.
Con respecto al desamor, el autor explicó que sus últimas tres novelas son una trilogía del desamor. «En El último romántico, el protagonista no es amado por su ex, en Pueblo, el gobernador no es amado, en Happy sucede lo mismo. Es una trilogía del desamor, el hombre da pena ajena y la mujer es super fuerte, no esta lejos de la realidad», dijo entre risas. Para concluir leyó un fragmento de la obra esperando que la misma llegue al alma de cada lector.